Reservas
+34 977 830 078

Turismo rural, la esencia de la vida

enoturismo priorat
Viernes, 11 Enero, 2019 - 10:30
En el Hostal Sport siempre hemos trabajado para que todo el mundo sienta el Priorat cómo su casa

En los últimos tiempos estamos observando que el turismo rural vuelve a estar en auge. Hay un interés renovado para volver a estar en contacto con la naturaleza, con las bellas y viejas costumbres… Hay necesidad de reencontrarse, de buscar el bienestar físico y mental. De parar, de respirar conscientemente y de conectar con un entorno que transfiera calma. En los pueblos hemos conservado una manera de vivir más auténtica, ligada a las relaciones humanas y a las conexiones con el entorno. Observamos el ciclo natural de la viña y reconectamos con la tierra casi a diario. Somos conscientes de que vivimos del aire y del fuego, en el Priorat, es la del río y de la balsa… Durante unos años y sobre todo entre los más jóvenes, la distracción y la plenitud se buscaba mayoritariamente en la noche, el ocio nocturno. En las luces artificiales y en las relaciones superfluas. Por suerte la distracción vuelve a buscarse en las mañanas y va de escalar montañas, de adentrarse en el bosque, de caminar entre viñedos y de hacer un vermut, si procede, después.

Hay un nuevo paradigma de ocio que está vinculado con el ritmo slow, con el mindfulness y la toma de consciencia individual y colectiva. Con mirar muy adentro para poder crecer hacia fuera y fortalecer la relación con los demás. Queremos que las vacaciones sean una desconexión de la realidad, de las prisas y del ruido. El mundo gira demasiado deprisa y el ritmo frenético nos aspira con tanta fuerza que sólo encontramos la pausa cuando la naturaleza llena nuestro silencio. Disfrutar del aquí y del ahora, un carpe diem actualizado y renovado. Desde la calma aprende a revisar el camino que hemos hecho i que nos ha situado donde somos, para disfrutarlo plenamente. Sin pensar mucho en el día siguiente, pero por supuesto con los deseos, objetivos y motivaciones que nos ayudan a planificar y a seguir avanzando.

Buscamos destinaciones rurales que nos conecten con nuestro “yo” más esencial, que nos llenen de sentidos y de emociones, que nos conecten desde el vientre más que desde el cerebro, que nos permitan decir que los pies han estado arraigados. Son conexiones fuertes y sanas las que se fijan al mundo rural, huyendo de modas y tendencias, de tentaciones, de superficialidad. Eso que ha habido siempre y que se mantiene imperturbable, aunque evoluciona y se transforma como todo en esta vida. Y en esta conexión muchos encuentran sus orígenes, hacen un viaje a su infancia, a los abuelos, a los pares, a aquello que han aprendido y que en definitiva son ahora. A mesas puestas con platos cocinados a fuego lento. A sobremesas austeras pero vividas.

El turismo rural el querer volver a las raíces, a veces sin darse cuenta. Aproximarse desde el ocio querido, deseado, escogido y anhelado. Tenemos raíces, pero no frontera, pronunciamos a menudo. Creemos con todas las nuestras fuerzas, porque sólo hay un lugar que nos despierte tantas y buenas emociones como aquél que nos ha visto nacer y crecer y donde se forjan los valores y las voluntades.

En el Hostal Sport hemos trabajado siempre porque todo el mundo sienta el Priorat cómo su casa. Porque todos puedan sentir el latido de la viña desde la habitación o desde la mesa del restaurante, delante de la chimenea ahora encendida para combatir las bajas temperaturas. Para que los clientes de aquí y del extranjero puedan sentirse acogidos y puedan redescubrir “los caminos del vino y del aceite” sin prisa. Esta tierra austera pero fértil. En personas, en vivencias… Estamos aquí desde hace casi 100 años para que todo el mundo que venga al Priorat conecte con la tierra, con sus frutos y su gente y, principalmente, con su tiempo, que es lo más valioso que tenemos.

La vida pasa. Y corre. Y vuela. Y hay que tomar conciencia. La vida rural nos hace ser conscientes del paso de cada estación. No hemos de ir a remolque del tiempo, sino hacer que cuente. Cada hora, cada minuto, cada segundo. Desde esta comarca distante para muchos y querida por muchos otros, queremos contribuir en hacerlo posible.